Asadas, cocidas, fritas o guisadas, las patatas son omnipresentes en nuestras mesas. Son un producto tan polifacético que el corte cambia radicalmente su presencia: pasan de ser un alimento de nutrición básico, absorbente de todo el sabor de un guiso, a convertirse en un snack festivo donde, a menudo, aparecen asociadas con el jamón.
Cuatro mil variedades de patatas por todo el mundo dificultan la elección de la mejor, pues en determinadas condiciones de cultivo ultralocal pueden ser insuperables. Ya son de por sí distintas las tres denominaciones españolas: las pequeñas DOP Papas Antiguas de Canarias, contrastan con de la IGP Patata de Prades, de sabor dulce y aroma de castañas y con la cremosidad de la IGP Patata de Galicia.
Galicia, Canarias y Tarragona